21 de noviembre de 2016

El cazador cazado

Apuntes del La Gallofa Cantbasket 76-83 Megacalzado Ardoi

En su salsa:  No es ningún secreto, si hay una premisa que resulte prioritaria en un enfrentamiento con el conjunto navarro es el control del ritmo del encuentro. La Gallofa Cantbasket hizo, seguramente, todo lo que estuvo en sus manos para apropiarse de él, ya fuera con su habitual presión o sus ataques rápidos, aunque en esta ocasión sin demasiado acierto (33% en tiros de campo). Pero ante un equipo que consume sus posesiones hasta los 10 últimos segundos y en el contexto de un partido con 60 faltas personales y 72 tiros libres, su misión era imposible. Y más aún si los morados encajan un parcial de 0-18 de inicio (del 7-2 al 7-20) hasta una desventaja máxima de 15 puntos (13-28); si el técnico visitante, Jesús Casimiro, hubiera imaginado un arranque idílico, no hubiera diferido en exceso del comentado.


A impulsos:  Todas las aproximaciones y alejamientos de la AD Cantbasket estuvieron íntimamente relacionados con su acierto y desacierto desde la línea de 6'75 (lanzaron 39 triples, unos 15 más que la media de toda la temporada). Curiosamente, quien se mostró más efectivo en ese apartado fue un componente del filial, el andorrano Alexis Bartolomé, que se convirtió en uno de los pilares sobre los que se sostuvo la reacción. El otro llevó por nombre Lleon Tillman: el estadounidense tuvo la gallardía de asumir las responsabilidades cuando su compatriota se situó al borde de la eliminación (46-49). Las quintas faltas de Paul Larsen y de Sandro Gacic completaron el recorrido de obstáculos al que se tuvieron que enfrentar los santanderinos. Y a pesar de los pesares, tuvieron sus opciones en un final apretado.

La condena:  El equipo que más tiros libres lanza de todo el Grupo A-A no sobrepasa el 57%. Lo irónico es que, con ese porcentaje, hubiera ganado el encuentro; sin embargo, se suicidó con un 48. En el último minuto, Jaime García marró su serie de dos con ventaja en el marcador (68-67) y Luis Portilla (que entró en sustitución del jugador que recibió la falta) falló el primero (69-69). Por medio, los locales concedieron una canasta imperdonable, en contraataque y tras un pase largo, cuando los zizurtarras ya sentían la soga por la garganta. Sobrevivieron a la ejecución y no le perdonaron la vida a su rival en la prórroga, impecable, de manual, con Andrés Zabaleta en el papel de verdugo (31) y una La Gallofa Cantbasket huérfana de sus principales figuras. Esta vez salió cruz. Fotografía | Pablo Lanza


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org