17 de junio de 2015

Quinteto de jugones 2015

1. ANDRÉS PARIENTE  (AD Cantbasket B)

No lo ha tenido nada fácil: el daygonista Álex Motta y el pielaguista Rodrigo Devega han ofrecido una durísima resistencia en su lucha por el título honorífico de mejor base de la categoría. El jugador morado ha comandado con destreza las operaciones del campeón de liga y copa. A lo largo de toda la campaña, ha mostrado la fiabilidad de su zurda desde más allá de la línea de 6'75, pero también en sus clásicos tiros de cuatro metros. Fue uno de los grandes protagonistas en la resolución de la final liguera, con un par de penetraciones que rebajaron el nivel del agua por debajo del cuello. El santanderino ha combinado su presencia en el equipo de Primera División con el salto a la Liga EBA: 55 partidos oficiales ha disputado en los ocho meses de competición, una carga que ha sobrellevado naturalmente con su cualificado tren inferior. La alta velocidad ha llegado a Cantabria en 2015, justo cuando nos prometieron.

2. HÉCTOR OCEJO  (AD Cantbasket B)

Arrancó la liga, allá por el mes de enero, con un triple que mandó a la prórroga (56-56) el choque de la primera jornada ante el CD La Paz. Y la redondeó, un viernes del mes de mayo, con otro lanzamiento desde la larga distancia frente al SAB Torrelavega, determinante para la suerte del campeonato. El jugador formado en la cantera de San Agustín ha respondido a la confianza que le ha depositado su técnico: en apenas unos meses, su media anotadora se ha duplicado, pasando de los 6'9 puntos de la fase regular 2013-2014 a los 15'9 tantos de la 2014-2015. Ni siquiera la competencia sobrevenida del zamorano Fede Rivas le ha inquietado. Campeón de copa en el Vicente Trueba, campeón de liga en La Albericia y debutante en la Liga EBA (un 18 de octubre de 2014 en Logroño), ha firmado la temporada más completa de su carrera deportiva. Ocejo no ha cejado en su empeño hasta que lo ha conseguido.

3. ADRIÁN SARO  (Daygon Santander)

Es el hombre más respetado y más temido por sus adversarios, el que más votos ha acaparado entre sus compañeros, reconocido por la Federación Cántabra de Baloncesto como el MVP del campeonato. Resulta prácticamente indefendible, ya sea por su certera puntería desde la larga distancia o por sus condiciones físicas, que le convierten en imparable en su camino hacia al aro. Esta temporada ha mostrado una regularidad inalcanzable para sus contrincantes: 16'5 puntos en la liga, 17'3 en la copa y 18'3 en las finales por el título, en las que asumió la responsabilidad del equipo. En el global del año, ha sobrepasado en nueve ocasiones la barrera de los 20 puntos y solo en dos se ha quedado por debajo de la decena. Campeón de la Copa Cantabria en la temporada 2007-2008, al alero de 1'97 metros se le resiste (como al Girona) el premio de la Primera División. Montaña acabará llegando a Mahoma.

4. JORGE URTIAGA  (SAB Torrelavega)

Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Pues bien, nos encontramos ante el único jugador que repite presencia en el quinteto ideal de la temporada. Se trata del hombre franquicia del SAB Torrelavega, el principal argumento ofensivo del equipo (con 17'0 puntos de media), desbancando de esa privilegiada posición a Javier Iturregui. El jugador de la capital del Besaya ha profundizado este año en su capacidad de amenaza desde la línea de 6'75: anotó cinco dianas en la cancha de la AD Cantbasket B (33 puntos) y cuatro en el Vicente Trueba frente al CB Solares (28). Con un carácter menos indómito que en épocas no muy pretéritas, el ala-pívot albirrojo ha copilotado al SAB Torrelavega al liderato de la fase regular, la mejor clasificación de toda su historia (11 victorias y 3 derrotas). Del pretérito al presente y del presente al futuro, que también se escribirá (suponemos) con tres letras.

5. CHUCHI SAMPERIO  (CD La Paz)

Acto de justicia con uno de los clásicos de la liga, durante más de un lustro a la sombra de los jugadores más emblemáticos del club. Hace poco más de 15 meses sorprendía a propios y extraños con su decisión de saltar a la Liga EBA. Su incursión en el CD Estela se ha saldado de manera más que positiva: entrenar con jugadores de la talla de T.J. Robinson y un técnico de la exigencia de Dani García ha disparado sus prestaciones en la Primera División. En apenas un tercio de año, el de Viveda se ha convertido en el máximo anotador de la categoría, con una media de 18'3 puntos y despampanantes actuaciones ante el CB Solares (30) y el SAB Torrelavega (27). Su inspiración no ha sido suficiente para contrarrestar la dinámica perdedora de la escuadra amarilla, y todo a ello a pesar de conformar una de las parejas interiores más temibles de la liga. Jesús y La Paz, una asociación perfecta; no podía ser de otra forma.


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org