3 de noviembre de 2014

Cruel

Apuntes del Pas Piélagos 74-78 Universidad de Valladolid

Por algo se empieza:  Vista la imagen ofrecida en las dos primeras jornadas de liga y la recta final de la pretemporada, la visita del vigente campeón al Fernando Expósito no auguraba nada bueno. En esta ocasión, los pronósticos saltaron por los aires y los pasistas consiguieron alejarse de la sensación de equipo sometido a los designios del adversario. El resultado podría considerarse esperanzador dada la entidad del rival, auque un poco menos si valoramos las ausencias de la escuadra universitaria: Sergio de la Fuente (en la LEB Oro), autor de 34 puntos que no fueron suficientes para evitar meses atrás un resultado de escándalo en Renedo (90-68), y Jota Lobato, segundo máximo anotador en aquel partido y pieza clave del equipo, baja en el arranque de campaña por motivos que desconocemos.

Síntomas de recuperación:  Esta vez sí, y por primera vez en sus cuatro últimos compromisos como local, el Pas Piélagos no enterró sus opciones de victoria en el inicio de la cita (26-19). Aparecieron las primeras nubes borrascosas cuando los pielaguistas alimentaron el ritmo de juego preferido por los universitarios: dos o tres velocidades más, juego sin pausa, ataques rápidos y primeros contraataques de la escuadra vallisoletana, que adquirió ventaja al paso por vestuarios (40-41). El técnico local exhibió entonces sus poderes como estratega con la imposición de una defensa zonal y su movimiento táctico se convirtió en mano de santo. Los pasistas no solo lograron modificar la dinámica de partido, sino que además consiguieron atascar la producción ofensiva de su adversario.


El edificio se viene abajo:  Pero justo cuando los locales tenían la mitad del camino recorrido (64-53), hicieron acto de aparición los nervios de quien se siente acosado por su situación clasificatoria. En esos momentos de paulatina y laboriosa reconstrucción visitante, algunos aficionados echaron de menos una anticipada interrupción del encuentro (64-64). Afloraron entonces los peores defectos de la escuadra renedana: su incapacidad para cerrar el aro propio y su falta de fiabilidad en finales igualados, a pesar de contar con un quinteto formado por (ojo) David García Peña, Jaime García, Juan Arnaiz y Edu Ruiz. Cuatro errores bajo tablero y tres canastas sobre la bocina (sensacional Pablo Esteban) certificaron la cruel condena de la escuadra pielaguista, abandonada por la diosa fortuna. Video | Pas Piélagos


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org