15 de agosto de 2014

Sin noticias de dos

La crisis económica se ha llevado por delante a un buen número de clubes ilustres del baloncesto nacional. Otros muchos se mantienen con vida a duras penas, tras sortear de manera milagrosa las embestidas del destino. Una inmensa mayoría ha sabido readaptarse con una cierta resignación cristiana al nuevo panorama socioeconómico. Y finalmente los hay que, incluso, han sacado tajada de la habilidad propia y de la depresión generalizada para emprender un salto cualitativo. A todos se nos ocurren ejemplos de cada caso.

En la conferencia norte de la Liga EBA predominan fundamentalmente los adscritos a la tercera categoría, a los que podríamos etiquetar como darwinistas. En apenas unos años han pasado de la gestión de la abundancia al racionamiento de la escasez, o dicho de otra forma, de los cuatro dígitos mensuales a la frontera con el amateurismo. Con la perspectiva totalmente ventajista que proporciona el paso del tiempo, todos nos cuestionamos si no se pudo gastar un poco menos en presente e invertir un poco más en futuro.

Locales y foráneos

Para los clubes cántabros, la reducción de su capacidad crematística se ha traducido en la pérdida de alguno de los caladeros más importantes de su historia reciente. Hasta hace no demasiado tiempo, los jugadores nacionales constituían el eje central de sus planteamientos deportivos. En la actualidad, sus altas pretensiones económicas han desplazado el interés hacia el mercado internacional, donde aguardan aspirantes ávidos de oportunidades y con unas elevadas expectativas por ingresar en el baloncesto profesional.

Sin embargo, el protectorado FEB obliga a la inscripción de al menos siete jugadores de formación en la Liga EBA. Así las cosas y con la reseñada limitación económica, los equipos cántabros se han lanzado a la conquista de los jugadores autóctonos. Su concurso se antoja tan importante que los clubes está mostrando sus mejores armas de seducción. La batalla se centra en los más jóvenes, pero las redes también se han extendido sobre los veteranos. Con tres equipos en la categoría hay un buen número de plazas por cubrir.

Información a cuentagotas

Por equipos, el CD Estela ha anticipado la renovación de cinco jugadores y la llegada de tres. El club no ha desvelado públicamente sus identidades, aunque eso no significa que no sean de dominio más o menos público. Si se confirman los indicios, el técnico Dani García contará con una de las plantillas más jóvenes y autóctonas de la trayectoria estelista en la Liga EBA. Sus aspiraciones dependerán (a buen seguro) de su nivel de acierto en la contratación de la referencia interior, gran caballo de batalla del curso pasado.

En cuanto a la AD Cantbasket, los santanderinos han revelado más del cincuenta por ciento de la composición del plantel, constituido de forma mayoritaria por jugadores que proceden de la Primera División. Quedan por definir dos puntos fundamentales: el primero, qué porcentaje de integrantes del roster de la temporada 2013-2014 se abona al salto de categoría y, el segundo y más importante, cuáles son los nombres de los jugadores franquicia, sobre los cuales recaerá gran parte del protagonismo ofensivo.

Finalmente, respecto al Pas Piélagos, las dudas se centran en hasta qué punto serán capaces los renedanos de conservar la columna vertebral de la pasada campaña. Se antoja un verano difícil en el Fernando Expósito tras la más que posible marcha de alguno de sus pupilos a la competencia santanderina y la lesión de larga duración de uno de sus bastiones interiores, Fernando Herrero. Con todas esas dificultades tendrá que lidiar su nuevo técnico, aún no anunciado, aunque dedicido desde hace un tiempo.


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org