22 de julio de 2014

Reestructuración a la vista

El pasado 21 de junio, la Asamblea de la Federación Cántabra aprobó la reconfiguración de sus categorías (escolares y federadas). A partir de este año, unas y otras se estructurarán siguiendo los mismos principios generales, que serán de obligado cumplimiento. Los sistemas de competición quedarán predeterminados por el número de equipos inscritos: en función de esa cifra, una tabla establecerá cuántas divisiones y cuántos grupos componen cada categoría; también el número de ascensos y de descensos.

En primer lugar, conviene aclarar que cuando hablamos de categorías lo hacemos de edades, es decir, la clásica disposición de alevines, infantiles, cadetes, juniors y seniors; entre estos últimos, se computarán conjuntamente los equipos de Primera División y Liga Autonómica (que nadie saque conclusiones precipitadas a este respecto). Si la suma en cualquiera de esas categorías es de 10 equipos o menos, las normas establecen que se disputará una sola división (ni segundas ni terceras). Si son 11 o más, la cosa se complica.

Más alicientes

A partir de ese número (11), la competición estará compuesta por dos fases. En la primera de ellas, los equipos quedarían repartidos en dos o tres divisiones. En principio, SEIS conjuntos constituirían la Primera División. Este año serán los que se inscriban en ella (salvo que no se complete), pero a partir del próximo lo dictaminarán los resultados que se cosechen sobre la cancha. No habrá posibilidad de renuncia. Al término de esta primera fase (diciembre) se producirán los primeros ascensos y descensos de la temporada.


En la segunda parte del campeonato (y tras la disputa de la fase final de Copa con los mejores de Primera), arrancaría la lucha por el título de liga. En casi todos los supuestos, el número de equipos de la Primera División subiría a OCHO tras las vacaciones navideñas. Ese mismo número sería el tope para el resto de divisiones (segunda, tercera y cuarta, si hubiese lugar). A la conclusión de la campaña llegaría la segunda cascada de ascensos y descensos. La Federación se encargaría de elaborar un ranking final.

Novedades

Lo más llamativo del nuevo sistema es seguramente la normalización de los ascensos y descensos en las categorías senior. Si (como parece) la FCB consigue atajar la cadena de renuncias de las últimas temporadas, caminará en la dirección adecuada para convertir la Primera División en una competición reconocible y prestigiosa. En cuanto a las categorías de formación, la propuesta parece que pone coto a la acumulación de resultados escandalosos que vivimos en la primera parte del último campeonato. Acabar con ellos será misión imposible.

Entre las desventajas, encontramos dos: en primer lugar, en senior no nos seduce en absoluto la idea de que el último clasificado de la fase inicial de Primera pueda descender de división en diciembre, rompería con la planificación de toda una temporada; en segundo lugar, la existencia en las categorías inferiores de ascensos y descensos de una temporada a otra podría generar ciertos desequilibrios. Por cierto, ¿se arrastrarán las clasificaciones finales generacionalmente? El tiempo responderá a todos los interrogantes. Fotografía | FCB


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org