De idas y venidas: Partido con un ritmo por momentos favorable al conjunto local y con pocas conclusiones evidentes ante la inmediatez del debut oficial de ambos equipos en la competición oficial. El conjunto vizcaíno solo mostro un excelente acierto desde la línea de 6'75 metros, prácticamente su única arma ofensiva, enredándose en continuas protestas y desavenencias con la pareja arbitral, que postergaban la importancia del envite a un segundo plano. Por su parte, los renedanos aprovecharon la cita para afinar la puesta a punto de cara al choque inaugural del próximo sábado. Como aspectos positivos, resaltar la confirmación de un estilo de juego que apuesta por la velocidad y el contraataque, con el estímulo visual de una presión a toda pista muy del gusto de la parroquia azulona; la nota negativa fue la ausencia de Miguel Ángel Blanco debido a una lesión producida en el calentamiento del partido. Crucen los dedos para que el sábado se vista de corto.
Se afianzan los interiores: Se vieron los mejores minutos de Chuchi Cotera quien, saltando desde el cinco inicial, supo aportar calidad ofensiva en las cercanías del aro, sorprendiendo a propios y extraños con un movimiento de pies nada desdeñable y atreviéndose con el tiro de medio distancia; un paso adelante en su progresión. Fernando Herrero, pilar incombustible del juego interior azulón, batallador indomable, sufrió un golpe en las postrimerías del partido que esperemos que no merme su excelente producción estival. Destacó el versátil Juan Arnaiz, voluntarioso en las transiciones a campo abierto (aunque fallón en las finalizaciones), con una sobresaliente actuación bajo el tablero en la segunda mitad de la mano de David García Peña; el solariego se antoja una joya de muchos quilates en su doble vertiente como tres-cuatro. Para Álvaro Fernández esta debe ser su temporada de confirmación, debe ganarse la presencia en pista con su capacidad innata para destacar en este juego.
Backcourt de garantías: La línea exterior volvió a mostrar el abanico de posibilidades que ofrece a su técnico Ángel Abascal, jugadores de contrastado nivel que han consumado una adaptación notable dentro un esquema que potencia su talento. El rutilante refuerzo de Jaime García, desacertado de cara al aro, sobresalió con una premiable generosidad asistencial que aumenta vertiginosamente su cotización como playmaker. La labor de intendencia de Andoni Vázquez como fondo de armario contrasta con la importancia vital de la pareja de JASP-jóvenes aunque sobradamente preparados Quique Rivas y Dani Gómez. Punto y aparte merece su jugador franquicia, David García Peña: en una línea de juego ascendente, fue el mariscal de campo que necesitó su equipo en cada momento. Enloqueció al respetable repartiendo juego con una visión panorámica propia de los cines IMAX®3D y finiquitó la reacción vasca con su gran tiro exterior. Carácter de líder, transmite una actitud ganadora.
JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.algosemueve.org
Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos
