26 de agosto de 2012

El big three renedano

El Pas Piélagos cambiará su estructura de equipo para la próxima temporada. Al menos esa es la lectura que se desprende del fichaje de Alberto Miguel hace exactamente una semana. El conjunto pasista ha decidido reemplazar al base titular del equipo, el mallorquín Xavi Sastre, por el escolta laredano. Este movimiento lleva implícita una consecuencia: el cambio de rol de su gran estrella, David García Peña, que presumiblemente abandonará la posición de dos para comandar las operaciones desde el principio. La pasada temporada, el Bodiroga renedista apenas lo hacía (básicamente) en los minutos decisivos de cada partido.

Sastre acabó la campaña con un rendimiento estadístico respetable: en sus 24 encuentros y 750 minutos con la camiseta renedana, el palmesano promedió 14'5 puntos y 3'9 rebotes, con un notable 38% en sus lanzamientos desde la línea de tres. Sus privilegiadas condiciones físicas y su estilo de juego parecían encajar idílicamente en el discurso baloncestístico del técnico. Sin embargo, su inconsistencia en la dirección y sus desafortunadas decisiones en momentos capitales han acabado costándole, seguramente, su continuidad en el equipo. El estado nervioso de los aficionados locales puede dar buena cuenta de lo que decimos.


Así las cosas, será (previsiblemente) David García Peña el nuevo timonel del Pas Piélagos. A buen seguro, sus estadísticas anotadoras no se resentirán de ello (21'0 puntos por partido) y el cambio de posición le permitirá explotar más todavía una de sus principales cualidades, su capacidad para asistir a sus compañeros (4'9 la temporada pasada). Además, con la presencia de Alberto Miguel formará uno de los perímetros más cualificados de la categoría, lo que en teoría repercutirá en la generación de mayores espacios para los jugadores interiores. Y he ahí la incógnita que queda por resolver: ¿quién ocupará la referencia en la pintura?

La pasada temporada, esa función debería haber recaído (teóricamente) sobre el británico Chris Bart-Williams. Sin embargo, en sus nueve meses en la localidad renedana no demostró una gran habilidad para fabricarse sus propias canastas. Buena parte de sus puntos llegaban como consecuencia de las asistencias de sus compañeros y de su gran fortaleza en el rebote ofensivo. A cambio, Chris era defensivamente un hombre insustituible, con una capacidad de intimidación brutal (espectacular 3-2 formando pareja con Sam Seck) y una dosis de espectáculo que los aficionados no podrán olvidar.

El hombre que falta

La segunda cuestión es, por lo tanto, qué perfil de jugador interior prefiere Ángel Abascal para completar su particular big three renedano: un pívot con eminentes características defensivas o, por el contrario, un hombre con capacidad para desbordar en el uno contra uno (reboteador en ambos casos). La directiva pielaguista no es de las que deje el trabajo para última hora, así que sospechamos que la decisión no solo está tomada, sino bien amarrada. A partir de esa decisión, quedará por conocer la relación de jugadores que completan y equilibran la plantilla, con especial atención a la posición de tres.

Las primeras palabras deslizadas por el club renedano hablan de configurar un equipo capaz de competir con dignidad en la categoría, con la mente siempre puesta en la permanencia como gran objetivo. La humildad y la prudencia son cualidades necesarias y saludables en el mundo del deporte; ahora bien, es posible que algunos aficionados pielaguistas sientan la misma sensación que sentimos algunos irresponsables en la autopista de Zaragoza: que las señales dicen 120, pero la carretera dice 150; al final uno siempre opta por. Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org