27 de diciembre de 2010

Quinteto de Jugones 2008

1. ALBERTO DE LA GUERRA  (SAB Torrelavega)

La eclosión de Alberto de la Guerra ha sido simplemente espectacular. En una liga sin demasiados jugadores muy destacados en la posición de uno, es el único base del cual ha dependido en gran medida el resultado del grupo. Desde la época de Rafa Castillo en el CB Corrales no recordamos un director a la vieja usanza, con la capacidad ofensiva suficiente para encestar treinta puntos en un partido. Tras jugar a la sombra de Jaime García en Piélagos, su calidad demandaba cotas mayores. Su mano puede resquebrajar la defensa más correosa, es el lanzador de triples más efectivo de toda la Primera División. Además no le tiembla la mano: cuando llegan los momentos claves no se asusta, no pierde el control, se levanta, encesta y, con un rostro impertérrito ante la hazaña, prosigue dirigiendo a sus compañeros en el resto de labores. No tiene un gran salto vertical, ni mide 1'80 metros, pero es el jefe intachable de su equipo y una de las manos que mece la liga.

2. FERNANDO BARRADAS  (CB Reinosa)

Superada la barrera de los treinta y enrolado en el farolillo rojo de la liga, debutaba en la Primera División para convertirse por méritos propios en el mejor escolta de la competición. Pese a la dinámica derrotista que ha dibujado la temporada campurriana, nuestro protagonista ha asumido la función fundamental de jefe en un vestuario huérfano de felicidades. Su escasos 1'80 metros no le han impedido penetrar con tenacidad ante las defensas más correosas. Poderoso físicamente hablando, es demoledor en el uno contra uno en el poste bajo. Con una muñeca excepcional, es el último anotador puro de Primera, con algunas marcas por encima de la treintena. Nunca se arruga: ni ante los grandes (29 puntos ante el Pas Piélagos en la cuarta jornada), ni ante rivales de su liga (le enchufó 25 tantos al CB Corrales en la octava, en un duelo igualadísimo hasta la bocina). Su pequeño descenso en la competición copera no puede desmerecer una campaña excepcional en el apartado individual y decepcionante en el ámbito colectivo. La estrella del peor equipo de la liga es un miembro indiscutible del mejor quinteto.

3. JUAN ARNAIZ  (CB Laredo)

Su fichaje por el club pejino fue una de las grandes bombas de este verano. Ha demostrado la suficiente clase para jugar minutos en la Liga EBA, por lo que en su regreso a la Primera División sólo se le puede catalogar como una rutilante estrella. Dentro de un bloque perfectamente jerarquizado y coordinado, se ha convertido en el indiscutible líder anotador gracias a su pericia en el uno contra uno. Con un descomunal porcentaje del 62% en los tiros de dos puntos, ha sabido sacar el máximo provecho a su superioridad física en el poste bajo, donde provocada verdaderos destrozos. Su versatilidad y sus privilegiadas aptitudes le permiten correr el contraataque a una rapidez endiablada, imperseguible para cualquier alero de la liga.  Ayuda en defensa de manera primordial, apoyado en su envergadura y rapidez de manos (cerca de dos robos de media por encuentro). Juan Solo Arnaiz deslumbra con sus números: casi 17 puntos y cinco rebotes por tarde. En su debe, no haber conquistado los objetivos grupales que se marcaron al inicio de campaña.

4. RAÚL RESPUELA  (CD La Paz)

Incombustible, indiscutible e intratable, Raúl es el jugador más decisivo en la corta historia de la Primera División cántabra. Ha superado ampliamente la treintena y una complicadísima lesión en una rodilla, pero sigue siendo tan determinante como el primer día que se vistió la zamarra amarilla. La piedra angular de la dinastía Merkamueble dejó boquiabiertos a propios y extraños en los dos sectores de ascenso a la Liga EBA. Los grandes jugadores se crecen en las grandes citas: aún se preguntan en Valladolid cómo ante pivots más altos, más jóvenes e incluso más poderos físicamente, el torrelaveguense era capaz de capturar una veintena de rebotes. Rex devoró a sus rivales sin piedad hasta que logró el ascenso del equipo, poco más se puede añadir. Señalar que ha marcado tanto la final liguera (donde dominó al mismísimo Fernando Herrero), como los sectores, y que además se ha permitido lujos como asistir más que cualquiera de los bases de su plantel. Ya no anota veinte puntos todas las noches, pero no lo necesita para continuar siendo el mejor cuatro de la liga.

5. FERNANDO HERRERO  (CD Estela)

Su fichaje por el CD Estela fue la noticia más destacada en el turbulento mercado estival. Aterrizaba en Santander tras una larga trayectoria en el Pas Piélagos (Liga EBA), donde participaba activamente en la consecución de la permanencia la primera temporada y los posteriores logros impensables en los albores de las diferentes campañas. Su temporada regular ha sido estratosférica; incluso regulando Chisco Marañón su tiempo en pista, era capaz de promediar un punto y un rebote por minuto jugado. Una superioridad incontestable bajo los aros y unas ansias de mejora impensables para un jugador de su categoría le catapultaron a aspirante número uno al trofeo de jugón de la temporada. En la final four de Torrelavega disputó una discreta semifinal, fuera de sus estadísticas tradicionales, y se desinfló en la final (irreconocible y descentrado). Pero recondujo la temporada dando un excelente rendimiento en los sectores de ascenso a la Liga EBA (memorable segundo partido en Vitoria), conquistando el ansiado salto de categoría a la competición superior. Fotografías | Federación Cántabra de Baloncesto


Resultados de la votación popular:
1º Fernando Herrero con 753 votos  (45%)
2º Alberto de la Guerra con 694 votos  (42%)
3º Raúl Respuela con 116 votos  (7%)
4º Juan Arnáiz con 58 votos  (3%)
5º Fernando Barradas con 45 votos  (3%)


JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.jugon.net